Simplemente... Somos.

Creo que éstas deben ser parte de las preguntas frecuentes de hombres y mujeres. Sin embargo, es dificil dentro de nuestro ego femenino, reconocer que ellos tambien entran en ese juego absurdo del "rollismo".
Estamos tan acostumbradas a ser las victimas del cuento, que seguimos a la perfección nuestras lineas mientras sea posible. Pero, ahora yo pienso, cual sería la reacción de la gente si nosotras osamos intercambiar papeles. Dejar nuestro guión en casa y comenzamos a crear nuestros propios dialogos. No sería tan terrible, el humano es un animal de costumbre y tarde o temprano se acostumbraría a la nueva situación.
Quizás la peor reacción sería la nuestra. Como podemos, entonces, protegernos de nosotras mismas? Existe una forma de enfrentar las cosas como hombres sin dejar de lado nuestro adorado papel?
Yo creo que no es imposible, pero que tan agradable puede ser?... sobre todo si eres una veintiañera que aun cree que los sueños se hacen realidad. Y que podemos tener parte de ellos, parte nuestra e incluso de los demas y aun asi ser inmensamente felices sin ninguna recriminación de por medio. Que solo hay que encontrar a la persona correcta.
Jajaja, suena lindo no? .. pero he aqui el mayor problema: Encontrarlo y saber que es el correcto.
Debe existir en algún lugar. Quizás lo tengo a mi lado y aun no tengo la fuerza para aceptarlo. Me haria demasiado vulnerable. Pero debo admitir que.. Me encantaría que lo fuese.
Porque si. a pesar de todo lo que predicó día a día en el fondo de mi corazón siempre estará ese deseo de ser protegida, de ser indefensa y de seguir en ese bello papel donde soy la princesa encerrada en la torre que mas temprano que tarde será rescatada por el principe que la haga feliz... y que no tiene porque ser azul jejeje.
Somos mujeres. Cambiantes, egocentricas, infantiles, adultas, alegres, inseguras, sorprendentes, consecuentes, divertidas, pernas, aventureras, apasionadas, inconsecuentes, liberales, conservadoras, independientes, enojonas, optimistas. No importa que tan distintas seamos, nunca dejaremos de serlo. Y es posible que en ello radiquen todas las respuestas.
Cada uno tiene limites, necesidades y deseos distintos. Hay que aprender a disfrutar de la vida. porque no existe solo una respuesta a nuestras preguntas, sino millones. Y ninguna... es la correcta.